El poder de transformación social de la clase directiva

Desde hace un año y medio que trabajo en este blog, he estado intentando analizar, llamar a la acción e impulsar nuevos hábitos de vida para personas que están en desempleo. Más allá del riesgo que asumo por emitir mis opiniones o inquietudes de una forma tan pública, me abordaba a menudo la inquietud de que mis líneas fueran leídas por personas que tienen puestos de responsabilidad social en grandes y medianas empresas españolas. Sin embargo, en los últimos meses, esa inquietud se ha reconvertido en un deseo, y a veces parte de mis escritos mejores o peores, tienen un claro destinatario: los directiv@s y alt@s ejecutiv@s de nuestro país. Confío en su capacidad de reacción ante esta alarma social de descrédito hacia la clase política y sepan coger el testigo de la responsabilidad en sus acciones sociales y principios. Bien es cierto, que la clase directiva empresarial no puede, ni debe sustituir la influencia que legítimamente debería de adquirir el poder político en la sociedad. Pero si debe de estar en estos momentos tan difíciles dando lo mejor de sí e intentar ser una referencia. No olvidemos que la situación es la que es. Intentaré explicar en este post, la importancia de las grandes empresas y su impacto social a través de las acciones de Responsabilidad Social Corporativa.

Cada día estoy más convencido del creciente impacto que los responsables de grandes y medianas empresas de este país tienen a la hora de influir en tomas de decisiones de la clase política que afectan a políticas sociales, subsidios, programas, etc. Esto puede ser discutible y es muy difícil de precisar hasta qué punto llega su área de influencia, pero sin duda existe. Lo que sospecho es que existe una creciente capacidad de CEO’s, CFO’s , altos directivos, responsables de Recursos Humanos y Selección en grandes y medianas empresas para influir e infundir hábitos de vida socialmente responsables y de transformar con pequeñas acciones la sociedad. Como siempre en estos casos es difícil de medir el impacto que tienen las acciones derivadas de sus políticas de Responsabilidad Social Corporativa, pero estoy convencido de que en cierto modo, la productividad y la asimilación de los valores de la empresa por parte de los empleados y clientes se potencia de una forma evidente. Por poner un ejemplo, me gustaría destacar la mejora de la empleabilidad de personas con discapacidad en los últimos veinte años, a pesar del retroceso los últimos cinco con la crisis, como podéis ver a continuación.

Informe empleo y discapacidad

Fuente INE – Informe empleo y discapacidad

A pesar de que han promulgado leyes que obligan a contratar este colectivo, ha habido empresas que han redoblado esfuerzos para sobrepasar las exigencias legales y mejorar las expectativas más optimistas.

Precisamente a causa del grave momento que vivimos en la actualidad que implica recortes, ERE’S y más acciones poco placenteras para las organizaciones, vemos como proliferan medidas que consiguen cada vez hilar más fino en cuanto a RSC y que impulsan un sentimiento de pertenencia más fuerte entre sus empleados. He trabajado para empresas en las que se percibía que la integración social era mucho más que poner una foto con personas de distintas razas en la web corporativa. Simplemente con mantener y mejorar la integración laboral de personas con discapacidad o de impulsar acciones solidarias destinadas a mejorar la vida de personas de nuestro país o de cualquier otro, se puede lanzar un mensaje que diga “podemos hacerlo y queremos hacerlo”. Por supuesto, siempre van a existir voces que hablen de oportunismo o de limpieza de imagen, pero en mi opinión creo que es muy saludable que se publique y reflexione con el mayor número de canales de comunicación la actividad social de las grandes y medianas empresas españolas.

Se puede avanzar mucho más. La posibilidad de que los directivos y grandes CEO’s españoles abran un diálogo mucho más abierto con la sociedad y con sus empleados a través de las redes sociales es una asignatura complicada, pero pendiente. El campo de la RSC es susceptible de ser muy innovado, muy reflexionado, por supuesto, pero sí que es necesario que se haga desde foros y con el protagonismo de quienes impulsan dichos programas y los financian.

Muchas veces el spot publicitario en TV anunciando un programa determinado de RSC puede sonar a recochineo si no existe el soporte de un directivo que explique las causas y los motivos de realizar determinada acción y por supuesto mantener la coherencia con la forma en que esa compañía impacta en la sociedad.

No tenemos más que observar el impacto en ventas de la biografía autorizada del desaparecido Steve Jobs para asimilar la idea de que los grandes innovadores y gestores de empresa pueden tener un  protagonismo y una influencia que infravaloramos a día de hoy.

Se necesitan héroes capaces de humanizar y flexibilizar las relaciones sociales en el marco empresarial. No reivindico el auge del buenismo y el voluntarismo que paralizan igualmente. Simplemente por el hecho de la necesidad de renovar nuestros postulados, misiones y valores y por la importancia que va a adquirir en los próximos años la fuerza de la inteligencia colectiva en la empresa.

Ya sabemos todos que un jefe no es más que una persona que necesita de otras personas.