Siempre he creído en las personas. Todo ello a pesar de lo que el devenir de la vida va deparando un juego a veces caprichoso e irracional con nuestro entorno personal y profesional. En el proceso de búsqueda de empleo no puede ser distinto. Enseñar a otras personas a buscar empleo va mucho más allá de enseñarles a hacer un registro en un portal de empleo. Nos encontramos en el primer contacto con una persona desempleada con un complejo sistema de creencias y juicios apriorísticos, unido a un cúmulo de circunstancias francamente desalentadoras. Esa es la primera línea que debemos de cruzar. Precisamente conocer el motivo último de la paralización de alguien en la búsqueda de empleo nos libra de caer en un paternalismo perjudicial y nos permite trabajar con más libertad.
Siendo un advenedizo en esto de la orientación e inserción laboral mantengo dicha confianza en las personas a pesar de que sé a ciencia cierta que algún@s de ell@s van a defraudarme de una forma apabullante. Tal vez este planteamiento, sea la clave de algunas pequeñas victorias que vivimos en el taller de inserción laboral de CEDIA. Hablo con ell@s desde la certeza de saber que todavía pueden aportar mucho con su trabajo y también conocimiento; y dicho sea de paso, me lo creo de verdad.
Se nos ha vendido en los últimos años la idea de que la orientación laboral pública es un gasto ineficiente y así han justificado los enormes recortes en esta actividad. Creo que la orientación laboral a nivel público es fundamental y muy necesaria, sobretodo ahora, aunque debe de ejercerse de nuevo con un necesario acto de contrición y de paso formular un planteamiento desde la innovación. Lo que tiene que producirse es una innovación interna profunda en la función de orientación laboral. Se me antoja una mala señal que los mecanismos para cubrir estos puestos sea vía oposición, como he visto en la convocatoria de la Comunidad de Madrid.
La inserción laboral en este país tiene que vivir varios desafíos que nos propone la profunda brecha digital que afecta a los todavía integrados. El analfabetismo digital se entiende todavía erróneamente como un problema menor en un contexto en el que algunas personas no tienen ingresos para satisfacer sus necesidades principales. Otro desafío que nos encontramos en el proceso de inserción es el riesgo de caer en una actitud excesivamente proteccionista en el proceso de orientación e inserción. En otro post, he intentado transmitir la importancia que tiene el saber propiciar la asunción de una actitud de autoliderazgo por parte de la persona que busca en el proceso de búsqueda de empleo.
En mi propuesta de planteamiento sobre la función profesional de inserción laboral, no soy capaz de sentirme orgulloso si un alumno ha encontrado empleo y deja de asistir al curso sin saber la importancia de nuestras redes sociales físicas y virtuales; además de saber generar sus “planes b” aplicando las necesarias premisas de saber generar una carrera de sostenibilidad del empleo. Es decir, los alumnos deben de ser capaces de saber ser líderes de su propia carrera profesional y ese debería de ser el objetivo de final de los orientadores laborales.
Es hora de que asumamos la realidad del mercado laboral y su inexorable inestabilidad. La función de orientación laboral debe de estar al servicio de un desarrollo personal más allá del empleo. Debe de saber dar respuesta estratégica a un contexto tan incierto como el mercado laboral español. Como orientadores laborales debemos de saber formular las preguntas adecuadas a personas que todavía no se han planteado la importancia de preguntas vitales, porque tal vez nunca habían asumido que su vida es una elección entre luchar o fracasar, crecer o estancarse, vivir o sobrevivir. Debemos de aportar un sistema de elecciones a quién considera que ha perdido cualquier opción. Una vez conseguido ésto, el trabajo irá rodado o casi.
Querría señalar mi coincidencia plena con la idea de que en orientación laboral uno de los objetivos más importantes en la actualidad es conseguir que las personas «tomen las riendas de su desarrollo profesional».
Y esto incluye ser conscientes del mercado laboral actual, el dibujado por el impacto tecnológico y por otros factores. El desarrollo profesional continuado a lo largo del tiempo pasa por aquí, por que cada uno/a conozca esta nueva realidad, la general y la de su ámbito concreto. Y nuestro trabajo debe centrarse en ello, en que las personas pongan todas sus competencias en juego, las profesionales y las transversales, en que lideren sus propios procesos de desarrollo profesional, cuando están en desempleo y cuando no lo están.
En estos momentos de cambio y redefinición este proceso cobra especial importancia. Y también nuestro trabajo que se antoja imprescindible, pero en el que debemos demostrar la eficacia debida. Si no, perderemos la oportunidad de mostrar y validar los servicios que pueden prestarse.
Me ha gustado mucho. Gracias por compartir tu trabajo !!!
Muchas gracias por tu comentario Xose y por el apoyo al blog.
Estamos en un momento de apostar fuerte por un nuevo concepto que puede ayudar mucho más.
Un abrazo,
Fernando
Fernando enhorabuena por esta reflexión y análisis desde las entrañas d la figura del/la orientador/a. Desde mi postura has dado en el clavo, o en la llaga, puesto q es más “vistosa” la función d nuestra labor centrándose en las herramientas de búsqueda en el mercado laboral, en portales, en CV, y demás, siendo lo más importante lo q menos se ve y menos se aprecia, q es trabajar desde las competencias personales, los factores q sí podemos desarrollar. Desde esclarecer objetivos y encauzar esa danza d “toma d decisiones” para ir marcando el camino a seguir para alcanzar las metas propuestas, y todo ello planteando preguntas, como bien dices, cuestionando todo, alimentando la curiosidad y haciendo significativas las posibles respuestas, aportando opciones d decisión para apoyar ese necesario liderazgo en la persona para q se sienta protagonista d su vida. Este es el gran papel d los/las orientadores/as, así d interesante, apasionante, porq así lo creo.
En cuanto a los mecanismos d selección d técnicos/as en este área…, como en todo, siempre se podría mejorar, falta “querer hacerlo”.
Me ha encantado tu post, gracias, como eco d mis pensamientos.
Comparto tu visión y me ha parecido excelente la manera de exponer tu visión del papel del orientador y de la importancia de las personas que buscan empleo se hagan responsables de su propio crecimiento personal y profesional de una forma continuada. Saludos